Entrevistamos a los personajes de El Cascanueces.

Es Nochebuena. Klara y su hermano pequeño Fritz se sientan con la familia junto al árbol de Navidad y esperan ansiosos los regalos. Qué emoción.

De repente llaman a la puerta y entra el tío Drosselmeyer, un conocido relojero. Algunos copos de nieve se le quedaron pegados al abrigo. El tío Drosselmeyer trae regalos maravillosos para Klara y Fritz. Klara recibe un cascanueces y se pone muy contenta. Pero Fritz está celoso. También recibió un regalo, pero preferiría el cascanueces de Klara. Fritz está tan enojado que agarra el cascanueces y lo arroja contra la pared. Klara está sorprendida y muy triste. Recoge su cascanueces, pero se ha roto uno de los brazos. Es una suerte que el tío Drosselmeyer tenga pegamento y tenga unas manos tan hábiles como relojero, con lo que arregla el cascanueces. Klara vuelve a estar muy contenta.

Se hace tarde y Klara está muy cansada. Abraza con cariño su cascanueces y se va a la cama. El cascanueces dormirá esta noche junto a su muñeca en la cama de muñecas.

¡Klara se ha quedado dormida y sus sueños poco a poco empiezan a hacerse realidad! Klara se encuentra en un salón de baile donde de repente todo queda encantado: el árbol de Navidad se hace cada vez más grande y las velas en las paredes empiezan a bailar. Entonces, de la nada, un ejército de ratones invade el salón de baile. El Rey Ratón está al mando e intenta quitarle el cascanueces a Klara. Entonces el cascanueces cobra vida de repente. Convoca a todas las figuras de soldados de la caja de juguetes en la habitación de Fritz. Quiere trabajar con ellos para ahuyentar a los ratones.

Todos luchan entre sí hasta que el cascanueces se enfrenta al Rey Ratón. El Rey Ratón mete en muchos problemas al Cascanueces. Pero por suerte Klara está ahí: toma su zapato izquierdo y se lo lanza al Rey Ratón. Lo golpea y el Rey Ratón cae al suelo. Entonces el cascanueces se salva y… ¡se convierte en príncipe! Klara y el Príncipe Cascanueces están encantados. Bailan juntos de alegría y de repente se encuentran en el reino de los dulces. Allí son recibidos por el Hada de Azúcar. Después de escuchar la historia de los dos jóvenes héroes, el Hada decide organizar una gran fiesta para celebrar la valentía de Klara.

Final 1: Mientras Klara da vueltas en el salón bailando el Vals de las Flores con su príncipe, se marea. Ella nota que está realmente muy cansada. Luego se hunde en una maravillosa cama con dosel y se duerme cómodamente. Cuando abre los ojos a la mañana siguiente, se encuentra en su propia cama. El cascanueces está a su lado. Entonces todo fue solo un sueño. Klara está un poco triste. Se levanta de la cama y se dirige a la mesa del desayuno. Pero qué sorpresa le espera: el tío invitó a su sobrino el día de Navidad y se parece al príncipe...

Final 2: Al final de la gran celebración, el Hada de Azúcar hace un anuncio importante: llama a Klara y al Príncipe Cascanueces a su lado. Como agradecimiento por liberar el reino del Rey Ratón, ella los corona a los dos como los nuevos gobernantes del reino de los dulces. Las abejas realizan una danza de alegría. Klara y el Príncipe Cascanueces viven felices para siempre en el reino de los dulces. Reciben con gran alegría a invitados de todo el mundo y bailan el vals de las flores con todos como agradecimiento al Hada de Azúcar.

Final 3: Como agradecimiento a Klara, el Hada de Azúcar libera al Príncipe Cascanueces de su existencia como cascanueces para siempre. Ella le permite mudarse al mundo humano con Klara. Un trineo mágico llega volando, tirado por renos. El trineo los acompaña a los dos a través del país de la fantasía hasta que por la mañana llegan frente a la casa de Klara. Los dos dan las gracias y se despiden de los renos. Los felices padres de Klara, el tío Drosselmeyer y Fritz, les dan la bienvenida a casa. Para celebrar el primer día de Navidad, todos bailan felices y contentos alrededor del árbol de Navidad.

Y así termina nuestra apasionante historia del Cascanueces. ¿Qué final te gusta más?